Me detuve pensativo una mañana de éstas al comprender que este mes cumplo 21 años de haber salido de El Salvador. Que rápido ha pasado el tiempo! todo parece todavía tan fresco y tan cercano y sin embargo, es mucho tiempo. Cuantas cosas hemos aprendido en los quehaceres de la vida y cuantas otras hemos olvidado, lo cierto es que, como dice Neruda, "nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos", en algunos sentidos. Quizás hemos perdido la ingenuidad, el ímpetu de nuestras pasiones estudiantiles, pero cuanto nos ha servido la experiencia vivida en nuestra tierra para continuar trabajando con gente, creyendo en la humanidad; enfrentar al mundo en el exterior y enfrentarnos a nosotros mismos. Adaptarse a cuanto lugar se nos vino encima, con diferentes gentes, trabajos y situaciones, y seguir adelante, teniendo la esperanza de que algún día todo habrá pasado y estaremos en mejores condiciones de emprender el viaje del retorno soñado, aún cuando ese retorno sea solo imaginario. Mientras tanto, seguiremos contando el cuento.
De mi libro "Pasajeros en el tiempo":
Centroamérica mía
Sigo aquí
como una simple hoja seca
arrastrada por el río,
mientras el mundo
parece caminar indiferente a estas heridas
que vibran, enrojeciendo mi carne.
Voy partiéndome poco a poco en mil pedazos;
intento acomodarme en los recodos de tu recuerdo,
agarrarme de tus raíces,
extender mis manos húmedas hasta tocar tu fuerza
y salvarme de perecer,
antes de haber ofrecido mi último esfuerzo,
mi última palabra.
Cuando la orilla del cauce me ofrezca tu tierra,
la besaré y te abrazaré en silencio;
caminaré sobre tí buscándote,
queriéndote,
sintiéndote por siempre mía,
Centroamérica.
¡Qué lindo lugar, Centro América! Ojalá todos pudieran disfrutar de él como yo, la semana pasada. No quería volverme…
ReplyDeleteFelicitas- a Boletos de Avion.